Columna del Padre Tomás



En la antigüedad se solían marcar los caminos con postes o pequeñas columnas. Eran los puntos de referencia para ir haciendo camino. A veces también se usaban las columnas para recordar hechos, personas, acontecimientos a no olvidar.

Las columnas del Padre Tomás del Valle son un poco ambas cosas. Piedras que marcan el camino que se va haciendo cada día, sin rutas, sin marcas. Y también Columnas que recuerdan hechos, personas, acontecimientos. En ambos casos no es otra cosa que un intento de trazar caminos en la aldea global.

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jueves, 22 de octubre de 2009

YO TAMPOCO CREO EN DIOS

En días recientes hemos visto en las calles y transportes públicos una serie de anuncios indicándonos
que algunos ciudadanos habían logrado la felicidad sin necesidad de creer en Dios. Felicidad y Dios no necesariamente están interconectados. Las reacciones no se han dejado esperar. Desde la extrañeza a la indiferencia, pasando por la rabia y el malestar.
La Ilustración y la Revolución Francesa nos brindaron dos dioses: la Razón y la Libertad. Junto con ellos nació una religiosidad, una visión providencialista, oscura y fanática. Nada se movía si no era por el deseo, la voluntad e incluso el capricho de Dios. Y Dios y su nombre fueron colocados en todos los aspectos de la vida. Dios como omnipresente, malhumorado y caprichoso.
Se llegó a poner el nombre de Dios en los billetes de dólar, si bien es verdad que se le sacó de las Escuelas y de los Hospitales. Se llegó a cantar y a pedir que bendijera a América. En su nombre se destruyeron naciones, pueblos, culturas.
Se llegó a expresar que Dios hizo libres a los seres humanos, pero siempre que sean jóvenes, trabajadores, consumidores, saludables. Si van a nacer con problemas de salud o no son deseados mejor no los dejamos nacer. Si son viejos, consumen y no producen, llenan los hospitales y colapsan los servicios sociales, salimos de ellos lo antes posible. Se ha llegado a afirmar que si se inmola una persona masacrando a decenas en nombre de Dios, será recompensado en la vida eterna con 70 vírgenes en un paraíso inimaginable.
Parece cínico pero ese es un poco el Dios que la sociedad actual ha creado. No es extraño por tanto que este grupo de personas haya decidido gritarnos que se puede ser feliz sin necesidad de ese Dios. Empezaron en Londres, después se anunciaron en varias ciudades europeas. Ahora han saltado a América. Y les deseo que triunfen, que nos sigan diciendo que no creen Dios. Pero esas manifestaciones deben interrogarnos profundamente en qué Dios creemos.
El Dios en quien yo creo es el que aprendí de un judío marginal del siglo I. Fue un aldeano trabajador que no tuvo reparo en convertir el agua en vino para que la fiesta siguiera en todo su apogeo, porque pensaba que la vida es compartir y alegrarse.
Para él Dios era alguien cercano, lento a la ira, rico en misericordia, que está pendiente cuando reconocemos que nos equivocamos para darnos un abrazo y alegrarse. Que nos respeta tanto que nos da el pan de cada día sólo si se lo pedimos. Que se preocupa de que a los pájaros no les falte algo de comer, de que las flores luzcan lindas. Que nos recuerda que vamos a ser realmente felices el día que demos la mano, compartamos el pan y la vida, acojamos al emigrante, visitemos al enfermo, no olvidemos al encarcelado, sepamos disfrutar del mejor regalo que nos ha dado, que no es otra cosa que la vida. Ese Dios muchas veces no coincide con el que enseñan instituciones, organizaciones o grupos amargados que les gusta mirar hacia atrás. De tanto mirar al pasado se han convertido en estatuas de sal. Si queremos verlo basta que miremos el rostro del que está junto a uno mismo.

Tertuliasiglo21@aol.com

domingo, 11 de octubre de 2009

LAS MENTIRAS CONVERTIDAS
EN VERDADES

Photos: Discovering 21 Century- Fr. Tomas Del Valle-Reyes

Una de las primeras cosas que se aprende en publicidad es aquello que explotó Goebbels, el ministro de propaganda nazi: "Miente de tal manera que al final la mentira todo el mundo se crea que es verdad"
Y no andaba muy equivocado.
Veamos algunos ejemplos.
Se ha repetido hasta el infinito que la Reina de Castilla empeñó sus joyas para que un desconocido navegante pudiera abrir una nueva ruta hacia el país de Cipango. Ni la Reina empeñó joyas, ni la nueva ruta apareció.
La verdad simple y llana fue que los Pinzón, con su prestigio su dinero y su avaricia, fueron los que hicieron posible el viaje, que concluiría a mitad de camino descubriendo un nuevo continente.

Se ha dicho muchas veces que la tripulación del primer viaje de Colón.
Aquellos castellano-aragoneses tenían la mala costumbre de anotarlo todo, y se ha conservado la lista y antecedentes de las tripulaciones de las tres naves. De entre todos tan solo uno había pasado por la cárcel y fue por un delito de sodomía.
Se puede consultar tales listas en el Museo de las Casas Reales de Santo Domingo y, sobre todo, en el Archivo General de Indias de Sevilla.
Supuestamente existe un acuerdo para repartirse el poder del mundo por parte de los judíos. Ellos controlarían las finanzas, las artes, la guerra, en definitiva todo. Este acuerdo se conoce con el nombre de los Protocolos de los Sabios de Sión.
Su primera publicación está fechada en 1903, en la Rusia zarista.
No era otra cosa que un intento de justificación de los pogromos, los cuasi campos de concentración en que el gobierno había encerrado a los judíos rusos.
Este documento es la publicación antisemita más famosa y ampliamente distribuida de la época contemporánea. Sus falsas afirmaciones acerca de los judíos continúan circulando hasta hoy.

Sadam Hussein, el dictador iraquí que masacró y humilló a su pueblo, guardaba un arsenal de armas químicas y nucleares capaces de llevar la destrucción y la muerte a millones de personas. Después de dos guerras, asolar un país y poner a la Humanidad al borde del abismo, todavía no se han encontrado tales arsenales. Pero muchos se lo siguen creyendo.
Se nos metido el miedo en el cuerpo a todos los habitantes de este mundo con una supuesta plaga apocalíptica que va a diezmar la población. Se trata de la gripe A (H1A1)conocida como la Fiebre del Cerdo. La Organización Mundial de la Salud ha declarado estado de Pandemia para una gripe que lleva contabilizadas hasta el 15 de septiembre, 3,559 muertes.
Las gripes que nos dan todos los años, suelen causar entre 40 mil y 220 mil víctimas anuales, y no es una pandemia.
Ahora nos quieren meter por ojos, nariz y orejas la conveniencia de una vacuna que los expertos nos dicen que sus efectos secundarios son tres veces más peligrosos que la misma enfermedad.
Las empresas farmacéuticas fabricantes de las vacunas están exigiendo a los Estados que firmen acuerdos de inmunidad para que en caso de que las vacunas tengan más efectos secundarios de los previstos, la industria quede exenta de toda responsabilidad.
¿Quién miente a quién y por qué? Good question