Columna del Padre Tomás



En la antigüedad se solían marcar los caminos con postes o pequeñas columnas. Eran los puntos de referencia para ir haciendo camino. A veces también se usaban las columnas para recordar hechos, personas, acontecimientos a no olvidar.

Las columnas del Padre Tomás del Valle son un poco ambas cosas. Piedras que marcan el camino que se va haciendo cada día, sin rutas, sin marcas. Y también Columnas que recuerdan hechos, personas, acontecimientos. En ambos casos no es otra cosa que un intento de trazar caminos en la aldea global.

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viernes, 22 de octubre de 2010

LA LECTURA DE UN RESCATE

Columna Octubre 24, 2010


En una de las paredes externas del Parlamento Griego hay escrita una frase atribuida a Pericles: . “Para los hombres libres toda tierra es Patria” Hace unos días, y gracias a las nuevas tecnologías de comunicación, cerca de mil doscientos millones de personas en todo el planeta nos hemos identificado con lo dicho por Pericles. Cuando lentamente iba subiendo la cápsula de las entrañas de la tierra en un lugar del desierto de Atacama, todos nos sentimos un poco chilenos. Todos, conteniendo un poco la respiración, asistimos al hecho de ver cómo 33 hombres habían sobrevivido a más de dos meses de encierro en las entrañas de la tierra.

Uno de los grandes líderes religiosos del siglo XX, hijo de sencillos campesinos, que llegó a ocupar la más alta dignidad en la Iglesia Católica, Angelo Roncalli, más conocido como Juan XXI, invitaba a saber leer los signos de los tiempos. A ver la realidad de la vida como una gran escuela. Y el caso de los mineros atrapados y salvados es una de esas ocasiones de lectura de los signos de los tiempos.


Una primera lectura es el supremo valor de la vida. Ante el reto difícil por no decir imposible, de salvar o dejar morir, la sociedad chilena apostó por la vida. Los mineros apostaron por la vida. Los medios de comunicación nos mostraron sorprendidos cómo la vida es más importante que la muerte para los chilenos.


Estamos acostumbrados a ver a los políticos en mítines, ofreciendo fantasías y presentando utopías. Fue extraño ver a un presidente rezar, y hacerlo sinceramente. Estoy seguro que más de dos analistas expresarán sus opiniones diciendo que es parte de su campaña de relaciones públicas. Pero el Presidente de Chile mostró ante su pueblo y ante los medios que es un hombre creyente. ¿Cuántos políticos nos hacen saber de sus creencias, de su vida de fe, de sus convicciones religiosas? Muchas veces elegimos a expertos en economía, sociología, derecho. Sabemos de su vida familiar y de sus aficiones. Pero, ¿sabemos de sus creencias? ¿Del credo que da sentido a sus vidas? ¿Cómo lo demuestran? A la hora de la elección de un responsable de gobierno no sería mala idea preguntarnos si es capaz de rezar y de hacerlo sinceramente no importando a qué tradición religiosa pertenezca. ¿Es creyente y reza?


En ese salvamento estaba Raymundo y todo el mundo. No se lo perdió nadie. Pero, ¿dónde estaban los líderes religiosos? ¿Dónde estaban los obispos que, muy legítimamente, hablan en defensa de la vida? ¿Dónde estaban los dirigentes de las diversas Iglesias? ¿Dónde estaban los Rabinos? Me consta que hay una comunidad judía muy seria y respetada en Chile. ¿Dónde estaban los Imanes? La comunidad musulmana en el país es abundante. Me temo que, utilizando el argot futbolístico, los líderes políticos, los simples mineros, los familiares, todos los envueltos en el proceso le metieron un gol por toda la escuadra al liderazgo religioso chileno. ¡Qué pena!


¿Más lecciones? Son muchas y no tenemos espacio. Podríamos hablar de las dificultades de los mineros en el desarrollo de sus trabajos, máxime en un país como Chile que ha sido pionero en América Latina en su lucha por la justicia social. Ah, por un día yo también soy chileno.

Email: Tertuliasiglo21@aol.com

domingo, 17 de octubre de 2010

La Sagrada Familia

La Sagrada Familia

viernes, 8 de octubre de 2010

EL ENCUENTRO DE DOS MUNDOS

Domingo 10, 2010

El mes de octubre suele traer muchos recuerdos. Para unos es el mes de la ignominia. Para otros es el mes del orgullo conquistador y colonizador. Para el resto es un mes más, el décimo del año, en que empiezan los primeros fríos, los recuerdos de brujas y fantasmas. Para no pocos es el recuerdo del encuentro de dos mundos y el comienzo de una nueva etapa en la historia de la Humanidad. Y para otros pocos fue el comienzo de la llegada del evangelio al continente americano.

No es pequeño el grupo que aduce que octubre es el mes donde conmemoramos el hecho más nefasto de la historia del continente que posteriormente llamaríamos América. Un grupo de presidiarios (dato comprobado totalmente erróneo) al mando de un caza fortunas (nunca se ha sabido de su lugar de nacimiento ni su religión) y en nombre de unos Reyes provincianos que empezaban a unir un levantisco país, que se sentían un poco esclavos de banqueros e inquisidores, emprendió un viaje de descubrimiento de nuevas rutas hacia Cipango, el nombre dado a la antigua China, donde se buscaban alternativas a las rutas comerciales. En esa desaforada rapiña no dejaron mujer sin violar, oro sin robar, tierra sin explotar. Eso nos cuentan ciertas escuelas de pensamiento y ciertos mitos que se han difundido a lo largo de los últimos 518 años.

Ha habido otro grupo de intelectuales que, a la luz de investigaciones en archivos y conocimientos históricos serios han acuñado el concepto de que el 12 de octubre de 1492 se produjo un encuentro. Dicho encuentro fue entre dos mundos civilizados. Por un lado el mundo europeo, con sus luces y sus sombras, con sus angustias y sus ignorancias. Era el mundo medieval que entraba en el Renacimiento y buscaba nuevos espacios, nuevas rutas. Por el otro, el mundo que después conoceríamos como el mundo americano, aquel compuesto por pueblos todavía en las etapas primeras de la civilización, como caribes, taínos y arauacos, o como los sofisticados aztecas, toltecas, mayas o incas, uno de cuyos descendientes acaba ser galardonado con el máximo premio literario, el Nobel . En todo encuentro se dan intercambios, luchas, vidas y muertes, cultura y educación. De ese mestizaje nacen nuevos mundos. Así nació el Mundo Americano, con sus luces y sombras, alegrías y esperanzas.

Para muchos otros este mes es la celebración de la llegada del evangelio a un nuevo continente. Un evangelio y una predicación cristiana que ha marcado fuertemente a toda la Iglesia a lo largo de 518 años. Al amparo de la Iglesia nacieron las primeras universidades. Al amparo de la Iglesia se pudieron mantener muchos de los idiomas precolombinos, como el quechua y el aimara. Al amparo de la Iglesia se llevaron a cabo las Reducciones de Paraguay, Chile y Perú, un anticipo de los ideales de la Ciudad Feliz y de la Utopía en la cual todos los hombres y mujeres son libres y dueños de su destino. Al amparo de la Iglesia nacieron los Cabildos y con ellos los grupos que lucharon por la identidad e independencia de muchos de los países latinoamericanos.

Octubre, mes del recuerdo, del encuentro, del mirar al futuro con alegría y esperanza. Lo demás, dejar que ladren los perros.

Tertuliasiglo21@aol.com