Columna del Padre Tomás



En la antigüedad se solían marcar los caminos con postes o pequeñas columnas. Eran los puntos de referencia para ir haciendo camino. A veces también se usaban las columnas para recordar hechos, personas, acontecimientos a no olvidar.

Las columnas del Padre Tomás del Valle son un poco ambas cosas. Piedras que marcan el camino que se va haciendo cada día, sin rutas, sin marcas. Y también Columnas que recuerdan hechos, personas, acontecimientos. En ambos casos no es otra cosa que un intento de trazar caminos en la aldea global.

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jueves, 31 de octubre de 2013

Padre Tomas Del Valle-Reyes y su Santidad Francisco

Padre Tomas Del Valle-Reyes dándole un abrazo al SS Francisco, en la Casa Santa Marta, en su estancia de 10 días en Roma. Octubre 26-2013










lunes, 28 de octubre de 2013

SALUDOS DESDE ROMA

Octubre -26-2013

Querida Familia de Descubriendo el Siglo XXI
Vaya para todos ustedes mi cariño y mi deseo de alegría y esperanza.

Les estoy escribiendo estas notas un poco lejos de Nueva York, un tanto lejos del medio ambiente donde tenemos el corazón de Descubriendo el Siglo XXI.
Estoy en Roma, la Caput Mundi, la Cabeza del Mundo que llamaban los antiguos romanos.

¿Y qué se me ha perdido a mí por aquí? Bueno, perder, perder, no mucho.
Pero resulta que la American Bible Society, la Sociedad Bíblica Americana, me invitó a una serie de actividades en la Ciudad Eterna. Una de ellas fue la participación en un Congreso organizado por la Fundación Vaticana Joseph Ratzinger-Benedicto XVI y cuyo título era “Los Evangelios.
Investigación Histórica y Cristológica” el cual se llevó a cabo en la Universidad Lateranense, la Universidad Pontificia del Papa en Roma. Los oradores eran los principales representantes en la investigación sobre los Evangelios y la figura, el pensamiento y la vida de Jesús de Nazaret y su influencia en los primeros siglos del Cristianismo. El público estaba formado por profesores de primera línea provenientes diversas universidades de todo el mundo, especializados en Sagrada Escritura e Historia de la Iglesia. Realmente fueron días muy intensos y de una gran riqueza intelectual y religiosa.
Fue un “préstamo¨ de la Providencia que tengo que devolver. Y la manera de pagar es organizando seminarios y cursos bíblicos con todos ustedes. Lo que recibí en estos días no es para mí solo, para mi uso personal. Es para compartirlo con todos ustedes. Y así haré. Cuenten con próximos talleres y seminarios nuevos.

Otra de las razones de mi viaje a Roma lo era el participar en la presentación de lo que es la Lectio Divina a un grupo escogido de capellanes militares de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos. Entre el Rev. P. Mariano Perrón, el Sr. Paredes y un servidor ofrecimos a estos capellanes católicos una presentación de una forma de rezar con la Palabra de Dios, de manera que ellos la utilicen con sus soldados y familiares. Fue intenso el trabajo, de varios días, y pensamos que ha hecho mucho bien entre nuestros capellanes.
Hoy domingo, al final del día, puedo decirles que en Roma hemos tenido una gran concentración de familias llegadas de todo el mundo para celebrar el Día de la Familia. La Plaza de San Pedro estaba a rebosar de fieles que participaron en la Santa Misa con el Santo Padre. Los romanos decían que venían a ver a Juan Pablo II y a escuchar a Benedicto XVI. Con el papa Francisco vienen a verlo, sentirlo, escucharlo, amarlo y, sobre todo, a llenar sus corazones de esperanza.

Y hablando de esperanza y de Papa Francisco, les cuento algo que pienso les va a gustar. El sábado pasado, por la mañana temprano bajé a la capilla a rezar, y para sorpresa mía, el guardia de seguridad no me dejó entrar porque iba el Papa. Lo mismo le pasó al Padre Carlos Mullins. Y, bueno, pues nos íbamos a la Basílica de San Pedro cuando nos encontramos con el secretario personal del Papa y, al vernos nos dijo que si queríamos celebrar la Sta. Misa junto con el Papa, que el lunes habría oportunidad. Pero… de repente nos vuelve a llamar y nos dice, vayan ahora mismo a la sacristía donde está el Papa esperando para que celebren con él. Y, un tanto nerviosos, pues nos fuimos, nos revestimos y los dos celebramos la santa misa con el Santo Padre Francisco. Éramos cinco sacerdotes y el Papa y una familia. No predicó el Papa porque hizo una cosa muy linda, bautizó un bebé de pocos meses. Bien, qué hay de novedad en un bautizo? Pues en este caso mucha. La mamá de la criatura en los últimos meses de embarazo sufrió un cáncer terminal gravísimo. Los médicos pudieron mantenerla con vida hasta que su bebé nació. Cuando el Santo Padre supo la historia, él dijo que se reservaba el bautizo de esa criatura.

Y así, en la misa del sábado pudimos participar en una celebración de la Santa Misa con el papa Francisco quien, a la vez, bautizaba un bebé milagro de la vida. Como comprenderán las emociones fueron muchas y fuertes. Todos, pero TODOS ustedes, la Familia de Descubriendo el Siglo XXI estuvieron presentes en esa santa misa. De los que me acordaba de sus nombres los dije, de los que no, le dije al Señor “mira, acuérdate de todos los que luchamos, soñamos, reímos, lloramos, caminamos en Descubriendo el Siglo XXI”


Al terminar la Santa Misa nos tomamos una foto con el Santo Padre, que en los próximos días estará lista. Le pedí la bendición para todos ustedes y le pedí también permiso para darle un abrazo en nombre de todos ustedes. Y le di el abrazo.

Los días que me quedan en Roma son de trabajo todavía. Resulta que la American Bible ha publicado un Manual de Lectio Divina. La primera edición se agotó y hubo que hacer una nueva. Pues bien, en esta segunda edición me solicitaron hace meses que hiciera las correcciones de estilo para que fuera editado como ustedes se merecen, de la mejor forma. Eso es lo que queda, preparar la presentación de la nueva edición, ante una serie de profesores, obispos y cardenales. No descartamos que el Santo Padre nos reciba. Ya les contaré.

Y bueno, basta ya de carta tan larga. Ha sido tan grande la emoción tanto personal como de familia, la de Descubriendo el Siglo XXI, que tenía que contársela.
Les ruego una oración. Cuenten con las mías. Si puedo colarme de nuevo para celebrar misa con el Papa, mejor. Si no, en la Basílica de San Pedro rezaré por ustedes.
Que Dios les bendiga,

P Tomas

viernes, 25 de octubre de 2013

OTRA ROMA

Desde La Residencia de Santa Marta, Roma,  Octubre 27, 2013
Casi ocho meses después de la elección del obispo de Roma, al que fueron a buscar al fin del mundo, he vuelto a recorrer las calles de la Ciudad Eterna. 
Y las impresiones son que la ciudad ha cambiado pero sigue siendo la misma.
Ha cambiado en el sentido de que ahora el pueblo romano, la gente normal, corriente y ordinaria habla de su obispo con naturalidad, con alegría y añoranzas
Ya no es ni el eslavo que los dejó desconcertados cuando, en contra de todo pronóstico, ocupó la sede episcopal de Roma. 
Hacía más de cuatro siglos que un italiano no dirigía la Iglesia.
El Papa eslavo duró demasiado tiempo y desconcertó a los romanos, acostumbrados a todo. 
Fue la atracción religiosa por cerca de 26 años. 
Gentes de todo el mundo venían lo miércoles a verle. 
Fue el gran actor de teatro que tuvo el escenario más universal jamás imaginado para anunciar que no debemos tener miedo, que abriéramos las puertas del corazón a Cristo. 
Los romanos nunca lo consideraron parte de su historia, su vida, sus ansias y esperanzas, sus penas y tristezas. 
Bien es verdad que vivían de él, sus multitudinarias reuniones y llamadas a la solidaridad. 
Los peregrinos venían a Roma a verle, no a escucharle. 
Fue un fenómeno mediático.
Tampoco el anciano profesor alemán, hombre lleno de sabiduría, fe y gran coraje llenó el corazón de los romanos. 
Cuando tomó posesión de su sede se celebraba la salida de las tropas del III Reich de la ciudad sesenta años antes. 
Medio millón de alemanes se reunieron en la Plaza de San Pedro para celebrar que un alemán, un sexenio posterior, tomaba el poder de una Iglesia cansada, envuelta en un laberinto grande de problemas, escándalos y pesimismo. 
Ni en la mente más calenturienta habría espacio para la idea de un Papa agotado por los escándalos, cansado por los abusos, disminuido por las traiciones, tímido pero enérgico, intelectual pero sencillo, que íbamos a asistir a una renuncia papal. 
No pudo más y abrió definitivamente las puertas de la Historia de la Iglesia a una nueva etapa. Con la elección del hombre venido del fin del mundo, ha empezado una nueva historia en esta ciudad experimentada, dura, acogedora, traidora, legendaria, fantasmal. 
No quiere romper con el pasado pero mira con ilusión el futuro. Por sus calles aparecen las lacras de la sociedad de consumo que desprecia al emigrante, olvida a los ancianos, ve vacías sus escuelas de niños romanos, se adorna con hábitos de monjas de todos los colores y estilos, sotanas rojas, blancas, negras o moradas de sacerdotes llegados desde todos los confines del globo. Roma,
la ¨Vieja Señora” necesita llenarse de esperanza, de alegría, de deseos de acoger y de reír, de llorar y esperar, de mirar el futuro con esperanza. 
Y un hijo de emigrantes, nacido él mismo en la emigración, que sabe lo que es dejar la Casa Paterna, la Patria, ha sido elegido para dar ilusión a la ciudad, al mundo.
Estamos asistiendo al nacimiento de otra Roma, la ciudad que se ha reciclado miles de veces, que ha acogido y rechazado pueblos, culturas, religiones. Y ese renacimiento de la ciudad y del planeta viene de las manos de un hijo de emigrantes venido desde el fin del mundo, o sea desde América Latina. 
Ya se nota.

viernes, 11 de octubre de 2013

ENCUENTRO DE DOS MUNDOS

Octubre 13, 2013
El mes de octubre cada año nos recuerda el llamado Descubrimiento, o Encuentro, o Desencuentro de Dos Mundos: el europeo y el americano. De ese encuentro surgió un concepto: la Hispanidad, el cual nos presenta una forma de mirar la vida, la que nace del intento de crear una civilización nueva, distinta de la europea, sin miedo a la mezclas y los híbridos, viendo en lo encontrado, sea hombre o mujer, seres libres dueños de su historia y de sus terrenos.
La civilización europea se veía y sentía caduca.
Se anhelaban unas formas nuevas de vida, de cristiandad, de civilización. Y desde el primer momento se intentó crear otra civilización, otra cultura.

Para poder entender esto basta leer las obras que circulaban en las Universidades a finales del siglo XV y comienzos del XVI.
 Desde La Ciudad del Sol de Tomás de Campanella, al Amadís de Gaula, en el fondo se buscaba el sueño de una nueva civilización.
Cuando emigramos, ¿no estamos nosotros buscando lo mismo?
Pero mientras en nuestros esfuerzos actuales nos avergonzamos de nuestras raíces y creemos que lo extraño es lo mejor, nos olvidamos de que nosotros fuimos primeros. En educación, en Iglesia, en gobierno. A las pruebas podemos remitirnos.
En 1493 se introduce la caña de azúcar en el continente. 1511 ve el nacimiento de la primera diócesis en América, la de San Juan de Puerto Rico.

En 1512 se construyen en Santo Domingo el primer hospital y la primera catedral del continente.
En 1531 se da una aparición espiritual a un sencillo indio, Juan Diego, dando comienzo a la devoción de la Virgen de Guadalupe.
 En 1565 tiene lugar la primera fiesta de Acción de Gracias en los Estados Unidos Continentales, antes que los Peregrinos del Mayflower llegaran. En 1699 se publica el primer libro en lengua española en los Estados Unidos continentales: La Fe del Christiano.

En 1769 establece Junípero Serra la primera misión en California.
En 1840 Francisco García Diego y Moreno se convierte en el primer obispo católico de California.
En 1848 José Sadoc Alemany es el primer obispo católico bajo jurisdicción de los Estados Unidos en el estado de California, quien será nombrado el primer Arzobispo de la diócesis de San Francisco, la cual abarcaba todo el Estado, en 1853.
No pretendemos revisar la historia viendo hechos y fechas.
Podríamos caer en la tentación de mirar un pasado glorioso desde un hoy lleno de lamentos y olvidarnos de un futuro esperanzador.
El mes de Octubre marca también el aniversario de la llegada del Cristianismo a nuestro continente y nos hace preguntarnos sobre las realidades y los retos a los que nos enfrentamos.
Cinco siglos después un latinoamericano dirige la Iglesia.

Debemos estar conscientes de que la comunidad hispana en USA es una comunidad joven, con todo lo que ello implica.
Comunidad que se enfrenta precisamente a la transmisión de su identidad cultural.
Nos vemos acorralados por sentimientos xenófobos y antihispanos. Sentimientos que nacen del miedo y de la ignorancia.
Al fin y al cabo nosotros estábamos aquí primero en muchos de los Estados de la Unión y hemos aportado y construido mucho.
Pero es mucho más lo que nos queda por hacer.
Estamos comenzando un nuevo milenio..
Tenemos el futuro en nuestras manos. Sembrémoslo de esperanzas.
Con papeles o sin ellos. No hay que “achicopalarse”