Columna del Padre Tomás



En la antigüedad se solían marcar los caminos con postes o pequeñas columnas. Eran los puntos de referencia para ir haciendo camino. A veces también se usaban las columnas para recordar hechos, personas, acontecimientos a no olvidar.

Las columnas del Padre Tomás del Valle son un poco ambas cosas. Piedras que marcan el camino que se va haciendo cada día, sin rutas, sin marcas. Y también Columnas que recuerdan hechos, personas, acontecimientos. En ambos casos no es otra cosa que un intento de trazar caminos en la aldea global.

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lunes, 1 de agosto de 2016

¿DONDE ESTAN LOS GENERALES?

Cracovia, agosto 1, 2016
Creo recordad que fue San Ignacio de Loyola quien dijera aquello de “…qué gran ejército si tuvieran un buen general”…
Y esa es la reflexión que me he hecho no solamente hoy, cuando comienza la resaca de la Jornada Mundial de la Juventud,
sino cuando he asistido a las Jornadas celebradas en Madrid, Río y ahora Cracovia.
El fin de semana en tierras polacas demostró varias cosas. Primera de ellas que tenemos un líder a nivel global.
El Papa Francisco, se acepte o no al Papa, es a día de hoy la referencia moral, política, carismática y sincera más importante del planeta. Se siente libre y habla libremente.
No le preocupan los achaques propios de la edad, el desconocimiento de idiomas, los líos que pueda haber en la Iglesia. Le importa anunciar con sinceridad y libertad el mensaje del evangelio.
Y ese mensaje ha cautivado a millones de jóvenes.
Por encima de dos millones soportaron aguaceros, sol quemante, incomodidades, por estar junto a él y escuchar sus palabras de aliento y esperanza.
Les habló de un Dios que es misericordia, que anota las vicisitudes de la vida de cada uno no en un disco duro para pasarnos cuentas al final de la existencia, sino como recuerdo de lo que tiene que perdonar.
En un mundo de textos, tecnologías y adelantos que nos hacen anónimos, ante Dios somos importantes, somos únicos, somos aceptados como somos, con nuestras luces y nuestras sombras.
Dios sabe el nombre de cada uno y conoce nuestro rostro.
Con sus discursos y homilías nos recordó que sí existen esos generales que pueden guiar al ejército de jóvenes, sal y luz del mundo.
Pero son generales de despacho y biblioteca. 
La homilía que Papa Francisco dirigió a los sacerdotes religiosos y seminaristas ha sido un toque de atención a que dejen sus comodidades, despachos y seguridades para envolverse con la gente, sentir con y para el pueblo, sobre todo con dos grupos dentro de la comunidad: los ancianos y los jóvenes.
Vuelve a repetir una idea que a principios de su pontificado recalcó, la Iglesia como hospital de acogida y sanación mejor que una Iglesia de dogmas, despachos y lejanía.
El anciano es la memoria histórica de la familia.
Sin esas raíces el joven no podrá construir un mundo mejor del recibido de sus mayores.
Esta Jornada Mundial de la Juventud celebrada en Polonia nos ha venido a invitar a la reflexión. Estamos viviendo a nivel global una situación de violencia, desarraigo y destrucción.
El miedo al otro se ha convertido en algo natural.
Los asesinatos en Niza, Múnich, Normandía llevan a encerrarnos.
Sin embargo, este encuentro de jóvenes ha roto todos esos esquemas nacidos del miedo.
He vuelto a ver grupos procedentes de Irak que, con bandera sobre la espalda, caminaban alegres y compañeros por las calles de Cracovia.
Lo mismo libaneses, ucranianos y no digamos latinoamericanos, los más ruidosos sin dudarlo.
Pero hubo dos banderas que me llamaron poderosamente la atención. Una la de Israel portada por un joven sobre su espalda.
La otra la bandera de la República Popular China sobre una de las mesas en el Centro de Prensa de la Jornada.
La Jornada podemos afirmar que se abre a todos.
Es un poco la oficina de reclutamiento para los que quieran enlistarse en la lucha contra el egoísmo, la violencia desenfrenada, la discriminación por la razón que sea.
Joseph Stalin en una de las reuniones llevadas a cabo en Postdam meses antes de que concluyera la Segunda Guerra Mundial, preguntó con cuantas divisiones militares contaba el Vaticano.
Ayer en Cracovia se enlistaron dos millones de soldados.
La reserva es grande.